Vahema Uncategorized LA TRISTEZA EN TU ROSTRO

LA TRISTEZA EN TU ROSTRO

LA TRISTEZA EN TU ROSTRO

ES TU ROSTRO UNA PREGUNTA?
QUE SE ENVUELVE
EN EL LLANTO DE UNA PENA
DONDE GIRA UNA ANGUSTIA
CUBIERTA DE SUFRIMIENTO.

EL LLANTO DE LA HISTORIA
ME GOLPEA CON SU PREGUNTA
Y EN EL TUNEL DE LA INDECISIÓN
EL ROSTRO DE LA TRISTEZA
EMBARGA MI EMOCIÓN.

¿DE CUANTOS? CARGO SU DOLOR
ELLOS ME LO ENTREGAN
Y SE DESARMA MI MEMORIA.

COMPUNGIDO TERMINO
DE VER OTROS ROSTROS
Y EN LA PESADUMBRE
DE MI DOLOR HUMANO
SOLO VEO LUCES TRANSNOCHADAS,
ROSTROS PÀLIDOS,MALTRATADOS,
TOMANDO DEL OLVIDO,
UNA MIRADA DESOLADA.

HAY ROSTROS QUE SE ABANDONAN
EN LA TELAARAÑA DE LOS PROBLEMAS
Y EN LA PUERTA
DE SU DESOLACIÒN
SOLO ALCANZAN A TOCAR
UNA NOCHE PASAJERA.

VAHEMA SANTA MARIA
22 JUNIO 2009
SUCRE BOLIVIA

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LA BELLEZALA BELLEZA

LA BELLEZA
La belleza emerge
en la tierra, como
fruto esplendoroso
desde su nacimiento,
es una riqueza terrenal.
Esta impregnada
de todos los frutos
de la tierra, de su
aroma profundo,
de sus raíces, y del
secreto que guarda
el vientre
de la tierra.
Pero esta belleza pura,
incólume, absorbe
la indiferencia de los años
el caminar lento y pausado,
el desprecio de la mirada,
el dolor de las pisadas,
el abuso de las palabras,
la discriminación
por su naturaleza agotada,
el llanto silencioso
de los huesos.
Conforme transcurre,
el tiempo, los años,
se va convirtiendo
en una mercancía
que entra a la subasta
del mercado, es
absorbida por las
ganancias del dinero,
por la voracidad inescrupulosa,
la belleza se derrite y se
malgasta en las pasarelas del vicio
en los concursos efímeros
y truculentos de belleza.
La belleza se va envejeciendo,
en los mercados del placer,
en los abusos de los placeres
sexuales, allí acaba su lozanía,
su verdor y su vigor.
Allí la belleza es exprimida
para saciar las bajas pasiones
de los que medran en los ambientes
prostibularios, el depravado, pervertido,
que se entierran en la lujuria
de la vergüenza.
La vida se va deshilachándose
y su esplendor normal queda
envuelta en las silabas apretadas
de la tristeza humana.
Esas manos, ya no son
aquellas manos que
tocaban el cielo,
y construían la música
impalpable del amor.
Lo que antes fue
belleza platinada,
hoy solo son arrugas
encarceladas.

Vahema Santa Maria

sabado, 18 de julio 2009

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