Vahema Uncategorized CON EL PERFIL DEL TIEMPO

CON EL PERFIL DEL TIEMPO

Cubierto de todas sus emociones
creció tu voz y tu palabra,
subiste los cerros
y en los peldaños
de tu sangre
mojaste la historia.

Con el perfil del tiempo
crecieron las tempestades,
y en el murmullo
de los cascos
se inmoló tu voz.

Creció tu linterna
atravezaste la neblina
y en los perfumes naturales
se estampó tu figura.

En cada asamblea
vibró el acero
de tu coraje,
la fortaleza de tus principios
la valentia en tus acciones.

Te recuerdo
en cada madrugada
en el frio inapelable
de nuestra conciencia.

Tus pasos fueron siempre
testigos inocultables
de tu vibrante sabiduria.

VAHEMA
10 DE DICIEMBRE 2010

SUCRE – BOLIVIA

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SOLEDADSOLEDAD

SOLEDAD

En la mirada combativa de los pueblos,
en el retrato indomable del silencio
en el calor impostergable de los sueños
en la grandeza perdida de las palabras
en el pañuelo amarrillo de las lágrimas
Soledad
en el desprecio y en las mentiras
Y en los bolsillos descosidos de la tristeza
en la mirada huraña de una sonrisa apagada
en los caminos insurgentes de la justicia
en los cuerpos calcinados de las fosas comunes

Soledad
en el silencio de las cadenas
que esgrimen el filo de la muerte
en el canto azul de los niños

Soledad
Yo te conocí
cuando puse mis pies de barro
sobre la verdad cruda de tu silencio.

Soledad
en el registro musical de los condenados
en las llanuras de las voces encarpetadas
Y en las canciones desgarradas de los testimonios
Soledad
en el patíbulo de la muerte
que pronuncia tu nombre
Soledad
en el trabajo invisible
de los que construyen la historia

VAHEMA SANTA MARIA
18 DE ABRIL 2009-04-19
SUCRE BOLIVIA

LA LUCHALA LUCHA

LA LUCHA
Las flores de tus ojos,
me enseñaron la lluvia,
a buscar en cada pétalo
de la vida
las hojas desnudas de la opresión.
Caminé por el silenciode tus palabras
y encontréuna flor que me llamaba.
Sus hilos de sangre se perdían,
en la raíz de la tierra,
las huellas de su sombrame hablaron en la noche,
y dejaron en mis manos
su camino de libertad.
Recibí en mis sentidos,
las voces de los enterrados,
sonó sobre mis oídos
las gargantas de los fusilados.
En la piel suave de las flores
encontré las huellasde tus ojos,
y con los racimosde las hojas
recogí las manos
quemadas
con las sílabas
ardientes
de la sangre
y de la pólvora.
Vahema