Vahema Uncategorized JULIO RAMON RIBEYRO

JULIO RAMON RIBEYRO

JULIO RAMÓN RIBEYRO
maestro incomparable
del cuento peruano,
solemne y soberano
dejo que tu pluma hable.
fumador imparable,
el próximo mes me nivelo
tu le diste consuelo
en la palabra del mudo
escritor limeño que pudo
alumbrar con letras el cielo.
Vahema15 de Junio 2004
Sucre – Bolivia

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Décimas Relacionadas

PORQUE TE FUISTEPORQUE TE FUISTE

¿PORQUE TE FUISTE?
El silencio de tus pasos
dejo una marca en mi soledad.
Subi por el tejado de la angustia
y broto la luz del mirador.
Habia una oculta conversacion
en la catedral de los sueños
y en la escalera de caracol
se escuchaba una musica
que no usaba instrumentos
La palabra cogio sus espacios
y en el límite de sus pasos
la huella virtual de los caminos
alumbró el intento mas grandede la historia.
Cogí mis bártulos
cosidos por las tripas del olvido
y en la penumbra fosforecente
apareció el cantar victorioso
en la lira soledad del amor.
vahema
santa maria
30 de agosto 2009
sucre bolivia

LA BELLEZALA BELLEZA

LA BELLEZA
La belleza emerge
en la tierra, como
fruto esplendoroso
desde su nacimiento,
es una riqueza terrenal.
Esta impregnada
de todos los frutos
de la tierra, de su
aroma profundo,
de sus raíces, y del
secreto que guarda
el vientre
de la tierra.
Pero esta belleza pura,
incólume, absorbe
la indiferencia de los años
el caminar lento y pausado,
el desprecio de la mirada,
el dolor de las pisadas,
el abuso de las palabras,
la discriminación
por su naturaleza agotada,
el llanto silencioso
de los huesos.
Conforme transcurre,
el tiempo, los años,
se va convirtiendo
en una mercancía
que entra a la subasta
del mercado, es
absorbida por las
ganancias del dinero,
por la voracidad inescrupulosa,
la belleza se derrite y se
malgasta en las pasarelas del vicio
en los concursos efímeros
y truculentos de belleza.
La belleza se va envejeciendo,
en los mercados del placer,
en los abusos de los placeres
sexuales, allí acaba su lozanía,
su verdor y su vigor.
Allí la belleza es exprimida
para saciar las bajas pasiones
de los que medran en los ambientes
prostibularios, el depravado, pervertido,
que se entierran en la lujuria
de la vergüenza.
La vida se va deshilachándose
y su esplendor normal queda
envuelta en las silabas apretadas
de la tristeza humana.
Esas manos, ya no son
aquellas manos que
tocaban el cielo,
y construían la música
impalpable del amor.
Lo que antes fue
belleza platinada,
hoy solo son arrugas
encarceladas.

Vahema Santa Maria

sabado, 18 de julio 2009

v a h e m a