Vahema Uncategorized EL CALOR DE TU CABELLERA

EL CALOR DE TU CABELLERA

EL CALOR DE TU CABELLERA
La luz de tu nacimiento
provoca tempestades
es el mar de las verdades
donde surje el pensamiento.
el mundo vive un lamento
se acerca la primavera
es el olor de su madera
la fragancia que te envuelve
la vida que te devuelve
el calor de tu cabellera.
Vahema
10 de agosto 2009
sucre bolivia

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EL VIENTO DE LOS SUEÑOSEL VIENTO DE LOS SUEÑOS

EL VIENTO DE LOS SUEÑOS

SENTADA FRENTE A MI
ESTÁ EL FRUTO DE LA TIERRA,
LÌNEAS INVEROSÌMILES
TRAZARON TU ROSTRO
Y SOBRE LA NATURALEZA
DORMIDA, NACIÒ
LA ESPERANZA DE LA VIDA.

EL VIENTO DE LOS SUEÑOS
CUBRIÒ TUS CABELLOS,
Y TRAJERON LA LUZ
Y LA TERNURA
SOBRE LOS HOMBROS
DE LA ALEGRÌA.

LOS HOMBRES CAMBIAN
EL MUNDO Y LA
NATURALEZA TRANSFORMA
LA BELLEZA.

TUS MANOS
DAN VUELTA EN LA TIERRA
Y UN ANILLO SE ACOMODA
EN EL CUARTO DEDO
DE TU PRIMERA MANO.

TUS MANOS ALCANZAN
EL INFINITO DE LAS LETRAS
Y EN EL HORIZONTE
DE LAS PALABRAS

DUERME TU ORTOGRAFÌA.

TUS MANOS RECOGEN
LOS POEMAS QUE BROTAN
DEL AGUA, DE LOS RÌOS,
DEL FRIO, Y EN EL
AROMA DEL CAMINO
TU PIEDRA ANDINA
PROTEJE TU HERMOSURA.

VAHEMA SANTA MARIA
14 DE JUNIO 2009
SUCRE BOLIVIA.

SOBRE EL CAMINO DE AGUASOBRE EL CAMINO DE AGUA

SOBRE EL CAMINO DE AGUA
Deslize mis manos
por tu cuerpo de arena,
el silencio del mar
apreto los besos.
Las luces del horizonte
alumbraban sus senos
y la cancion del pensamiento
se desliza suavemente
sobre la penumbra desierta de sus caderas
y de sus hombros. Sobre el camino de agua
quedaron grabadas tus huellas,
el beso de la palabra
se desnudo
entre las orrillas
increibles de tu sueño.
vahema
santa maria 12 octubre 2009
sucre bolivia

LA LUCHALA LUCHA

LA LUCHA
Las flores de tus ojos,
me enseñaron la lluvia,
a buscar en cada pétalo
de la vida
las hojas desnudas de la opresión.
Caminé por el silenciode tus palabras
y encontréuna flor que me llamaba.
Sus hilos de sangre se perdían,
en la raíz de la tierra,
las huellas de su sombrame hablaron en la noche,
y dejaron en mis manos
su camino de libertad.
Recibí en mis sentidos,
las voces de los enterrados,
sonó sobre mis oídos
las gargantas de los fusilados.
En la piel suave de las flores
encontré las huellasde tus ojos,
y con los racimosde las hojas
recogí las manos
quemadas
con las sílabas
ardientes
de la sangre
y de la pólvora.
Vahema